Himno a la Naturaleza

Madre Naturaleza,
ya nunca mas de tí han de separarnos
ni lo complejo ni lo artificioso;
conforme a tí de nuevo han de formarnos!
Y nos haremos puros,
a la manera como tú eres pura;
con la pureza de la poma intacta
de la cima del Andes con la real blancura.
Y ser puro es ser fuerte,
así David pequeño. Y ser sencillo
es ser hermoso, así la noble rosa.
Ser alegre es ser bueno: así los pajarillos.
Madre Naturaleza, ya no te olvidaremos
por la ciudad que huele mal, ni aún por
nuestros hogares tibios; estos los hizo el hombre
tan vulgares como él; a tí, divina,a tí te hizo el Señor!
Buscaremos tus árboles;
la vida sana fluirá bajo ellos,
de su fruto fragrante, seda y sándalo,
de sus follajes bellos.
Y se harán nuestros músculos
como sus troncos fuertes.
Tendremos el candor que ocultas tienen
con sus caras ingénuas las rosillas silvestres.
Y en los ojos tendremos
la frescura viviente de las hojas;
y en la lucha arderemos con el fuego
que incendia, al sol, las amapolas rojas!
Y seremos más libres,
que manda libertar el noble viento,
el maestro de audacias, que odia la vejez quieta
y adora el movimiento.
Madre Naturaleza.